Recuerdo
que antes olvido era sólo una palabra
que la muerte parecía un punto y seguido
que tenía ganas de amar.
Quería envejecer
gritaba, y lloraba, y me dejaba mecer por el viento
en mañanas como esta.
¿Dónde estoy?
Perdida en las multitudes
no espero nada, como todos.
Quería ser amante,
escritora, artista, humana
quería mostrar al mundo
que la realidad se compone de sueños
y he conseguido uno de mis objetivos:
envejecer siendo aún una niña
con la lucidez del último suspiro
pero con menos ganas
de aferrarme al tiempo que me queda.
viernes, marzo 04, 2005
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