Imagina
que por una milésima de segundo
(ahora)
tú también estás pensando en mí
arrugado bajo las mantas.
Imagina
que allá, en tu caparazón
se ven las mismas estrellas que en mi techo
que esas estrellas son nuestras
y nunca alzamos las manos para tocarlas.
Imagina
que nos amamos, y nos perdemos
por silenciar al absurdo
(en realidad, todo es absurdo)
y los dos borramos ese brillo de arena en nuestros ojos
y lo vamos ahogando en otros mares.
Imagina, Amor
que nadie nos puede salvar
y caemos para siempre.
Y en algún lugar donde no hay raíces
habitamos extrañamente el mismo hogar.
Imagina, Amor
que el hogar de todos nuestros sueños
no es más que la vida de hoy y de mañana.
jueves, febrero 03, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario