sábado, febrero 05, 2005

10.

A los que habitan en las noches sin madrugada

y sólo se zambullen en el mar de la bañera:

acogedme, hermanos

e imponedme vuestras manos sobre los ojos

para que nunca más vea un motivo

que me haga pensar

que esta vez puede salir bien.

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